El drama de Paz Padilla con Meadiset se ha ganado varios titulares en los medios de comunicación durante los primeros meses del año. Luego de su abrupta salida de “Sálvame” en enero, los focos se volvieron a centrar en ella tras conocerse que la presentadora ha firmado un nuevo contrato con la cadena, una noticia que periodistas como Diego Arrabal no han dejado pasar.
La expresentadora del magacín protagonizó una recordada pelea con Belén Esteban en directo por sus opiniones contra la vacuna del Covid-19, y luego de que la discusión comenzó a hacerse más fuerte, Paz Padilla se retiró del programa, visiblemente enojada, sin decir una palabra, dejando a sus colegas atónitos.
Pasaron los días, las semanas, pero Paz no volvió a aparecer en el plató de “Sálvame”. Entre su abandono, y el descontento de Mediaset con la humorista, los dirigentes del grupo televisivo decidieron, unilateralmente, romper la relación contractual de la presentadora, dejándola sin trabajo y generando una batalla judicial entre ambas partes.
El tremendo dardo de Diego Arrabal a Paz Padilla
Ahora, se ha conocido que Padilla decidió comenzar de cero en la cadena y firmó un nuevo contrato laboral con Mediaset. La noticia cayó como una bomba en la prensa del corazón y Diego Arrabal, ácido como siempre, no dudó en reaccionar en contra. «Mi mensaje está muy claro. El titular de este directo está clarísimo: Paz Padilla se vende. Así lo veo, y así lo voy a compartir con todos vosotros. Creo que es bajarse las bragas hasta la rodilla», dijo a través de su canal de YouTube.
«La echaron, la vapulearon y ahora, de buenas a primeras, llega un contrato íntegro», continuó diciendo el tertuliano, para luego atacar la dignidad de Paz Padilla: «Me parece una bajada de bragas hasta la rodilla y hasta los tobillos. En la vida hay que tener dignidad, que es una palabra que es muy fácil decir y muy complicado llevar a cabo».
En una guerra entre dos partes, sin treguas, este acuerdo, según Arrabal, no termina en empate, sino en victoria para Mediaset. El comunicador analizó así la resolución de este conflicto, el cual, según él, deja en mal lugar a Padilla, a nivel moral y económico, pues renuncia a sus valores, pero tampoco por una mejora de salario, sino por lo mismo de antes.
