
Este 24 de junio será un día que María del Monte jamás podrá olvidar. La famosa cantante se convirtió en la protagonista de la jornada tras hablar abiertamente de su sexualidad en el Orgullo de Sevilla. La artista generó una revolución al presentar a su novia, y al notar la repercusión que tuvo su acto, habló en directo con Terelu Campos.
«A mí, por mí, me da igual, pero no quiero que la gente sufra. Quiero que sepáis antes de bajarme de aquí, que soy una persona más de los que estamos aquí. Y que, por supuesto, mi pareja está estar tarde/noche aquí», decía María del Monte en el escenario del Orgullo, donde actuaba como pregonera. Reivindicando la libertad de amar a quien se quiera, la cantante se mostró por primera vez con Inmaculada Casal.

La pareja de María del Monte tiene 58 años, es periodista en Canal Sur y se desempeña como Jefa de Sociedad de la cadena pública andaluza, donde ya ha ocupado puestos como redactora, productora y presentadora. La cantante describió a Inmaculada como “el amor de su vida”, y desveló que llevan 23 años juntas.
María del Monte reflexiona con Terelu Campos
«La vida es la vida, la mayor maestra que existe es la vida… Tienes que estar abierta para aprender, yo he tenido unos años muy duros y he decidido en un momento determinado de mi vida seguir siendo feliz. No me he escondido de nadie. Mis amigos y mi familia lo saben. Esto forma parte de mi privacidad y lucharé porque siga así siendo», decía María en «Sálvame» con Terelu Campos.
La cantante, más segura y abierta que nunca, aseguró que nunca estuvo en el armario, pues jamás se sintió prisionera. «Nunca me he escondido de nada ni de nadie. Sin más, te vas haciendo mayor y te ves con más responsabilidades de ayudar a la gente. Si puedes hacer algo para que la gente se sienta bien, tenemos que hacerlo».
Además, María del Monte fue contundente al asegurar que este paso no modificará nada en su vida.
«Me sentí feliz de ver a la gente emocionada. Muchos miembros de mi familia y amigos se han sentido orgullosos de mí, ellos han estado ahí y seguirán estando. Yo voy a seguir luchando por tener mi vida, porque mi intimidad sea mía, es algo a lo que tengo derecho. No hay un antes ni un después».