Nacho Palau no la está teniendo fácil en las islas de Honduras. Cuando llegó al certamen parecía posicionarse como uno de los líderes, pero ahora el resto de sus compañeros le está dando la espalda. La opinión anónima de sus pares ha sido demasiado para él y ahora no para de pensar en volverse a España.
La mente le está jugando una mala pasada a Nacho Palau. El escultor se posicionó como una gran promesa para sus compañeros y para el programa, pero poco a poco pierde el apoyo de todos los que quiere. En motivo de San Juan se propuso que todos escribiesen una nota anónima sobre sus opiniones con respecto a sus compañeros. El ex de Miguel Bosé fue uno de los más golpeados.
Parece que la convivencia empieza a hacer mella. “Ansioso, gruñón, mezquino, su falsedad… egoísta, mal compañero, mal superviviente, cómo se dirige a los compañeros y lo falso que es”. En las últimas semanas de concurso estas palabras cayeron como un balde de agua fría para el escultor.
Luego de esto, Nacho Palau ha estado reflexionando mucho sobre su permanencia en el concurso. “No me voy a quedar con ninguna. Seguramente es posible que haya dado esa imagen, me da pena que sea tan así. Es un concurso, un concurso extremo, aquí se pasa mucho. Hay unos que lo pasarán menos mal y otros más, porque estamos más solos”, dijo inicialmente.
Pero el paso de las horas lo hizo todo más difícil. Ana Luque se acercó a ver como se encontraba y la respuesta preocupo a los fanáticos del otro lado de la pantalla: “Estamos en la recta final y te cansas. No sé si quiero seguir luchando, echo mucho de menos a mis hijos”.
De todas formas, es poco probable que Nacho Palau abandone el certamen. La verdadera razón por la que ha iniciado esta travesía ha sido para evitar el dolor que han tenido que pasar sus hijos desde su separación con Miguel Bosé. Y, de irse, la penalización es económica, algo que Nacho no se puede permitir hoy día.
El dolor, la angustia y la incertidumbre han quedado en segundo plano cuando una visita inesperada llegó para alegarle el día. Su sobrino Yago estaba escondido tras unas cajas con “recompensas”. En dos de ellas había comida y en la tercera estaba su sobrino.
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El shock se reflejaba en el rostro del escultor hasta que él y Yago se fundieron en un abrazo que le saltó las lágrimas a más de uno. Tras él, le transmitió unas palabras de ánimo a su tío con el fin de que remonté su trayectoria en Supervivientes.
“Es un chute de energía porque es un concurso difícil. Me ha cambiado mucho la situación, ya que se rompió mi grupo, en el que estaba muy cómodo, luego pasé a otro… Es muy difícil. Esto es muy duro psicológicamente, hay días que aguantas, pero otros no”.
