La segunda entrega de ‘En el Nombre de Rocío’ todavía no se entrenó y ya está incomodando a distintas personalidades. En él, Rocío Carrasco está dispuesta a desenmascarar a su familia más mediática y a quienes le causaron dolor a su madre, Rocío Jurado.
Raquel Mosquera, exesposa de Pedro Carrasco, no tardó en presentar quejas al aire en el programa ‘Viva la Vida’ de que se la mencione en esta segunda parte de la docuserie. Pero fue Alejandra Rubio, fiel defensora de la hija La Más Grande, quien le hizo un fuerte recordatorio.
«Raquel, en la docuserie se habla de ti porque llevas hablando de este tema toda la vida. ¡Cómo no se va a hablar de ti!». Raquel, indignada, se defendió diciendo que a Rocío Carrasco no le gustaría que se hablen de sus intimidades, y añadió que ella jamás habló de Rocío Jurado, sino de su hija. A esto la nieta de María Teresa Campos, repreguntó: “te parece poco?”
Alejandra es como una sobrina para Carrasco y hoy, en medio de la polémica, es su mayor defensora en los platós. La joven dejó muy en claro que nada le pasará inadvertido esta segunda entrega de ‘En el nombre de Rocío’ y defendió el derecho de la colaboradora de narrar parte de su vida.
Rocío Carrasco: “No estoy aquí para vengarme, sino para contar la verdad”
La colaboradora ha sido incisiva en lo que a su familia se refiere. Esta segunda parte de la docuserie se estrena el 17 de julio y en ‘Sábado Deluxe’ se está preparando una emisión especial de los dos primeros episodios.
Rocío Carrasco asegura que no busca venganza y que solo quiere que se sepa la verdad en un material que va de lleno contra el Clan Mohedano. Además, adelantó en el tráiler que cuenta con el apoyo de personas muy importantes: María Teresa Campos, el alcalde de Chipiona, el hermano de Pedro Carrasco, Manolo Sánchez (ex representante de Rocío Jurado), sus primas Ani y Rocío.
No estamos seguros de que papel cumplirá Fide Albiac en esta nueva etapa, pero sí damos por hecho que seguirá detrás de las cámaras apoyando a Rocío Carrasco como hizo hasta ahora, sin generar alimentar las brasas de la polémica.
