
Hace dos años la vida de Paz Padilla daba el giro más amargo. Su marido, Antonio Vidal, dejaba este mundo luego de luchar contra un tumor cerebral, lo que dejó a la presentadora con el alma partida en dos. Pese a eso, Paz supo seguir adelante, rodeada de la gente a la que quiere y refugiándose en la comedia. Ella misma materializó este duelo en el libro ‘El humor de mi vida’, qué tiempo después llevó al teatro.

Hace poco más de un mes atrás, ‘Semana’ difundía unas imágenes que confirmaban que la humorista comenzaba a rehacer su vida de la mano de alguien más. Fran Medina es el responsable de que la sonrisa de Paz vuelva a brillar, pero no estaba en sus planes que su relación se diese a conocer de esta manera. El fotógrafo incluso borró sus redes sociales por la presión mediática que vivía.

Pero volver a encontrar el amor luego de una perdida tan dura como la que la presentadora vivió, muestra la importancia de seguir adelante. De hecho, que podamos avanzar en nuestra vida es lo que cualquier ser querido querría para nosotros. Por eso, Paz se dejó llevar por los sentimientos y apostó a esta nueva relación, de la que espera sacar algo bonito. Pero nada de esto implica que Antonio Vidal haya abandonado su mente, todo lo contrario, lo piensa cada día.
Paz Padilla visita la tumba de su marido
La empresaria ha dejado un espacio libre en su agenda para acudir al cementerio de Zahara de los Atunes, en Cádiz, en donde descansa su marido. Según el medio citado en su edición semanal, Paz acude allí regularmente, donde también visita a su tan amada madre, Lola. El 24 de junio, en la edición de ‘Mi casa es tuya’, la gaditana reveló que todos los días son difíciles. “Yo lloro todos los días, pero no todo el día”.
